El clima cambia, evoluciona el mercado, el gusto de los consumidores, la técnica y el estilo de los vinos que producimos. ¿Cuántos cambios ha experimentado el sistema vitivinícola italiano en los últimos 90 años? Los Viveros Cooperativos Rauscedo han sabido interceptar y prever todos, permaneciendo un punto de referencia imprescindible primero para la viticultura italiana y luego para la internacional.

La necesidad de reaccionar ante las crisis

Hoy en día, el viñedo italiano está experimentando un nuevo punto de inflexión importante. La combinación de tres crisis (climática, inflacionaria y geopolítica) exige una rápida capacidad de adaptación. Los viticultores son conscientes de ello, pero la dirección a seguir no está clara. En este clima de incertidumbre, que también afecta a algunas de las zonas más destacadas de nuestra viticultura, Gianluca Cavicchioli, director de la Unión Agrícola de Siena, se reúne con Alessandro Leon, presidente de Vcr, para conocer el secreto de la longevidad y vitalidad de nuestra realidad y obtener algunas indicaciones sobre los horizontes que nos esperan. El resultado es la entrevista publicada "apertis verbis" (con palabras explícitas) en el sitio web de Upa di Siena.

Vcr es vista de hecho como un ejemplo único de mutualidad, conciencia, visión de futuro y predisposición a la innovación técnica. Una fuerza que, como explica Leon, se origina en las fuertes dificultades que caracterizaban el territorio y la agricultura friulana en el período entre las dos guerras. "Sin embargo, nuestra realidad - recuerda el presidente de Vcr - ha mantenido a lo largo de los años una tendencia de crecimiento e innovación que la convierte en lo que es hoy: líder mundial en la producción y comercialización de material de propagación de la vid".

Invertir en innovación

"Los VCR fueron los primeros artífices del desarrollo de nuevas técnicas para el procesamiento de las plántulas, ya que, al tratarse de una actividad altamente especializada y de nicho, a través de la experiencia y la experimentación, crearon nuevas técnicas para mejorar los rendimientos y la producción".

Algunos ejemplos incluyen el uso de facilitadores en el campo, sistemas de acolchado, el uso de parafina o la investigación sobre nuevas técnicas de injerto (no más de doble corte inglés, sino primero realizado a presión y luego pasando al injerto en omega). Una atención a la innovación que ha llevado a invertir en la creación del Centro de Investigación VCR, donde está tomando forma la vid del futuro.

Paralelamente, VCR ha iniciado varias colaboraciones con institutos de investigación, una de ellas con la Universidad de Udine, para la creación de variedades resistentes a las principales enfermedades fúngicas (mildiu y oídio) capaces de combinar calidad del vino, sostenibilidad ambiental y rentabilidad para los productores.

Una burocracia por agilizar

"El sector vitivinícola - admite Leon - está atravesando una fase muy delicada y compleja, tanto por la crisis económica como por el impacto del cambio climático, que conlleva una alternancia productiva difícil de gestionar".

"Por eso - es la recomendación del presidente - las instituciones deberían colaborar con toda la cadena de suministro para agilizar las cargas burocráticas que hoy, por ejemplo, ralentizan la introducción de nuevas variedades en los pliegos de condiciones de las producciones de origen protegido". "El objetivo debería ser, en cambio, dar nuevas oportunidades a la viticultura italiana. Apostar por la innovación nacida y desarrollada en nuestro país es, de hecho, el mejor camino para preservar la identidad y la singularidad".